30 de mayo de 2014

MITOS SOBRE NUESTRA SALUD


La percepción de la salud por parte de la sociedades modernas, presenta curiosos mitos merecedores de ser comentados para esclarecer su parte de verdad y de ficción. Existe una gran cantidad de ellos los cuales se irán exponiendo periódicamente en este blog.



SI TENGO GRIPE, LOS ANTIBIÓTICOS ME CURARÁN...



Cuántas veces hemos oído esta frase en nuestro entorno. Aquí no trataremos el manido asunto del abuso de antibióticos, que tantas campañas sanitarias desata, sino el hecho de aclarar cuándo están indicados.

Si uno padece de gripe o catarro ( ambos procesos de origen vírico), no deben tomarse antibióticos ya que estos son usados para combatir las infecciones bacterianas mediante varios mecanismos de actuación que pueden simplificarse en dos: bactericida, destruyendo la bacteria,o bacteriostática, inhibiendo su actuación.

Por tanto, en este caso, no sólo no nos curarán , sino que provocará una resistencia bacteriana frente a posibles o futuras infecciones, de tal modo que los antibióticos no harán su efecto esperado.

Cuando se sufre de gripe, deben tomarse otros fármacos tales como mucolíticos, paracetamol, antitusivos, vitamina C,etc ;siempre según bajo el criterio médico, pero en ningún caso antibióticos.



LA TENSIÓN ARTERIAL BAJA ES UN SEGURO DE VIDA

 
 
Esta frase la suelen decir aquellas personas que tienen una tensión arterial con valores más bajos que el resto de la población, pero, en muchas ocasiones, desconocen sus  causas,  consecuencias  y ,en algunos, casos complicaciones.
 

La tensión baja o también denominada hipotensión puede darse en personas totalmente sanas y previene de patologías cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio, arterioesclerosis o angina de pecho, relacionadas estas con hipertensión arterial; sin embargo, no siempre es sinónimo de salud.

Primero definamos lo que la OMS ( Organización Mundial de la Salud) entiende por baja tensión arterial:

hombres: 110/70 mmHg
mujeres:100/60 mmHg

Se entiende que estas cifras deben ser constantes, es decir ,obtenidas tras varias tomas de tensión en varios días distintos, pues aisladamente no indican hipotensión como tal .No se debe olvidar que, durante el día, nuestra tensión arterial fluctúa de tal forma que durante la noche sus niveles descienden , sobretodo durante el sueño , para subir durante la mañana y el mediodía y bajar de nuevo durante la tarde .También temperaturas ambientales elevadas o procesos febriles generan bajadas de tensión al provocar la dilatación de los vasos sanguíneos lo que promueve la sudoración.


Un tipo de hipotensión que aparece con frecuencia en ancianos , enfermos diabéticos y enfermos de Parkinson es la denominada hipotensión ortostática o postural. Consiste en una bajada importante y brusca de la tensión arterial cuando el individuo se incorpora después de haber permanecido por bastante tiempo acostado o sentado. Exactamente la hipotensión ortostática es definida por unas cifras donde existe un descenso de 20 mmHg o más de tensión arterial sistólica o máxima y una tensión arterial diastólica inferior a 90 mmHg durante los primeros 3 minutos tras incorporarse. Como consecuencia, existe una importante cantidad de sangre acumulada en los miembros inferiores y poca para ser bombeada por el corazón ,lo que conlleva un descenso de la llegada de flujo sanguíneo al cerebro , que , finalmente ,puede desembocar en una mareo con pérdida de consciencia. Para evitar dicha pérdida de consciencia , es recomendable incorporarse lentamente sin movimientos bruscos y si se pasa de tumbado a posición horizontal, es necesario permanecer unos minutos antes de permanecer de pie.

De entre las causas patológicas relacionadas con la hipotensión, destacan las arritmias, insuficiencia cardiaca , shock. anemias, deshidratación, etc... . Otro motivo de sufrir un tensión arterial más baja de lo habitual lo provocan ciertos fármacos:

-Analgésicos: metamizol, y analgésicos derivados del opio

- Antihipertensivos: paradójicamente las personas que sufren hipertensión deben controlar sus niveles tensionales en busca de bajadas bruscas y mantenidas debido a los fármacos antihipertensivos que toman.

-Diuréticos: estos fármacos eliminan agua y sales minerales de nuestro organismo lo que se  acompaña de una  disminución importante de la tensión arterial que siempre deberá ser controlada.

- Ansiolíticos y neurolépticos: debido a su acción sobre el sistema nervioso.

Entre los signos y síntomas que una persona con hipotensión relata aparecen el vértigo, visión borrosa, mareos, palidez, somnolencia continua y dificultad para la concentración.

Las consecuencias de una hipotensión tampoco deben obviarse: mareos, lipotimias, falta de concentración, cansancio ,que puede derivar en intolerancia a la actividad, etc... Estos problemas pueden llegar a interferir en la vida normal de una persona y ,en mayor o menor medida, surgen otros de mayor índole como caídas, accidentes , bajo rendimiento laboral ,etc.

  No siempre estas complicaciones aparecen en todas las personas, pero quienes las padecen deben tratar la hipotensión al margen de que su causa no tenga un origen orgánico.