19 de julio de 2014

¿ Se puede dejar de fumar?

 



                                             "Dejar de fumar es fácil, yo ya lo dejé unas cien veces."
                                                                                                               Charles Dickens ( escritor inglés)

                                                                                              " La mejor victoria está en vencerse a sí mismo."
                                                                        Pedro Calderón de la Barca (poeta y dramaturgo español).



   Este artículo no pretende ser un alarde en la exposición de datos, de los cuales existen multitud en internet y publicados en organismos oficiales, ni tampoco una guía terapéutica para dejar de fumar, sino únicamente intenta presentar información contrastada, objetiva y útil  para quienes pretenden dejar el hábito tabáquico o para quienes conocen y tienen  personas fumadoras en su entorno. Ante todo, es necesario aclarar que esta titánica tarea debe realizarse bajo la supervisión y control de profesionales sanitarios.

   Según The Tobacco Atlas, una asociación surgida para informar y compartir datos estadísticos a nivel mundial sobre el tabaquismo, los beneficios anuales de las multinacionales tabaqueras alcanzan el medio trillón de dólares. En 2010, las ganancias combinadas de las seis compañías tabaqueras  más punteras, ascendía a 35,1 Billones de dólares, o lo que es lo mismo, el beneficio junto aproximado de las empresas Coca Cola, Microsoft y Mc.Donals en ese año.

  Detrás de estas ganancias existe una razón evidente: el elevado número de personas que fuma en el mundo. Si atendemos a los datos, actualmente fuman mil millones de personas, ( la población mundial están en 7.163 mil millones ), lo que indica que 1 de cada siete individuos fuma en este planeta. De ellos, el 80% vive en países con ingresos bajos o medios. La situación actual revela que  se está incrementando el número de fumadores a nivel mundial, aunque desciende progresivamente en los países ricos.

  Cada año el tabaco mata a 6 millones en el mundo, de los cuales, 600.000 son fumadores pasivos. Se estima que en el año 2030, la cifra llegue a 8 millones, debido al incremento de fumadores a nivel mundial.

  Está demostrado que los países donde se aplican políticas sociales para la  reducción del hábito tabáquico tales como cambios asistenciales y preventivos  en las políticas sanitarias individuales y comunitarias, cambios legislativos orientados hacia la restricción de fumar en lugares públicos y un incremento de los impuestos en la compra de tabaco, descienden el número de fumadores en dichos países.

                                                  LEGISLACIÓN DESIGUAL

  Es evidente que cada país posee sus propias leyes. Así también ocurre con el tabaco. Países como Argentina sólo tiene legislación local antitabaco, sin que haya ninguna ley nacional al respecto o una política sobre el control del marketing.

  Recientemente, la ciudad de Nueva York aprobó una nueva ley que prohíbe la venta de tabaco a menores de 21 años, mientras que en el resto de Estados Unidos, es a partir de los 18, salvo en  el estado de Massachusett, donde  no se puede adquirir hasta los 19 años. Esta ciudad también ha endurecido las sanciones para los comerciantes que evadan impuestos por su venta. En la mayoría de los Estados existe una política restrictiva que impide fumar en lugares públicos cerrados y también abiertos como es el caso de algunas ciudades que han aprobado una ley para no fumar  en parques públicos.

  En España, se ha pasado en los últimos años de una legislación que permitía dividir espacios de fumadores y no fumadores en restaurantes y bares, a prohibir fumar en estos sitios además de en los que ya no se podía como los lugares públicos: escuelas, hospitales, bibliotecas, lugares de trabajo, grandes almacenes etc....

  Chile, que tiene uno de los precios más bajos del mundo sobre tabaco y uno de los gastos sanitarios más altos por tabaquismo en comparación con lo que recauda por su venta, ha promulgado en 2013 una ley nacional del tabaco donde se prohíbe fumar en lugares públicos, en espacios cerrados, prohibición de publicidad, promoción y patrocinios, así como sus aditivos en los productos del tabaco durante su fabricación. Además las cajetillas deben reflejar información sobre riesgos para la salud.

  En Japón, ciudades como Tokio y otras, demuestran una tolerancia cero con el tabaco debido a que es uno de los países con mayor tasa de fumadores en el mundo. No se permite fumar en la calle, de tal forma que han habilitado unas cabinas para ello.

  La nación con más fumadores, China, ha prohibido fumar a sus funcionarios que trabajen en lugares públicos como  colegios, hospitales o transportes públicos y está tramitando una ley para prohibir fumar en lugares cerrados que sean públicos, aunque ya hay 32 ciudades que la llevan a cabo. Este cambio se debe a que en este país 1 de cada 3 chinos fuma, lo que eleva enormemente el coste sanitario.





                                       COMPONENTES DEL HUMO DEL TABACO

  El humo de un cigarrillo genera unos 4.000 componentes tóxicos; de entre los más tóxicos para la salud, destacan:

 - Monóxido de carbono: una vez introducido en nuestro organismo a través de las vías respiratorias, pasa al torrente sanguíneo donde desplaza al oxígeno (O2), ya que él monóxido de carbono(CO) presenta una afinidad 240 veces mayor para la hemoglobina que el propio oxígeno. por este motivo, a los tejidos cerebrales y cardiacos les legará un menor aporte de O2, lo que se conoce médicamente como hipoxia. Además el CO daña las arterias generando respuestas inflamatorias que promueven la formación de placas de ateroma. Las arterias dañadas elevarán la tensión arterial  y unido a la hipoxia, provocarán enfermedades cardiovasculares.
 
Alquitrán:  su contenido en el humo del cigarrillo se relaciona con enfermedades tumorales, siendo el benzopireno y las nitrosaminas las sustancias más cancerosas. El alquitran se adhiere a las paredes de la boca, faringe y bronquios, por eso, es causante de los tumores de la cavidad oral, esófago, laringe, y pulmón.
 
- Irritantes y oxidantes: varias sustancias como las cetonas, fenoles, el ácido cianhídrico, benzoquinonas, peróxido de hidrógeno y amoniaco, lesionan las paredes de las vías respiratorias.  Provocan tos y expectoración debido al aumento de mucosidad generado en el árbol respiratorio. Además destruyen las células ciliadas encargadas de eliminar la mucosidad y partículas que se introducen en los pulmones, por lo que el daño de estas sustancias es cada vez mayor. En consecuencia, se produce una  disminución de la capacidad pulmonar, bronquitis crónica y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), sin duda la más grave.
 
- Nicotina:  es la sustancia responsable de la adicción y por tanto del hábito de fumar. En tan sólo 8 segundos llega al sistema nervioso central uniéndose a sus receptores nicotínicos, los cuales al activarse, liberan una serie de neurotransmisores ( adrenalina, serotonina y dopamina) que actúan sobre el sistema de recompensa, generando en el individuo placer. Esta acción, repetidamente, provoca una conducta que es reforzada con dicha sensación de placer  y que acabará por generar dependencia. El hecho de que ninguna otra sustancia llegue a nuestro cerebro tan rápido, contribuye también a crear dependencia.
 
  Sus efectos en el resto del organismo incluyen: descenso del apetito y del estrés, aumento de la frecuencia cardiaca o taquicardia, elevación de la tensión arterial y del azúcar en sangre, además de relajación del músculo esquelético. En las arterias genera  vasoconstricción periférica o disminución de su calibre, por lo que hay menor riego en manos y pies, que puede detectarse por tener la piel fría en estas zonas.
 
  La nicotina circula por la  sangre y cuando llega al hígado  es transformada en cotinina, cuya detección en sangre, saliva y orina determinan la exposición de una persona al humo del tabaco. Finalmente, se elimina por  la orina o, después del parto , a través de la leche materna, por lo que deberá tenerse en cuenta cuando se  inicie  la lactancia materna debido a las consecuencias en el recién nacido.
 
 
  Si una persona deja de fumar, debido a la adicción a la nicotina, aparecerá el síndrome de abstinencia por nicotina caracterizado por ansiedad, mal humor, irritabilidad, agitación, dificultad para concentrase, incremento del apetito e insomnio.


                                                ENFERMEDADES Y TABACO

  El hábito de fumar está relacionado al menos con 25 enfermedades mortales. Por su alta incidencia y efectos sobre la salud, destacamos las siguientes:

  - Enfermedades cardiovasculares :   
  • Cardiopatía isquémica: angina de pecho o infarto de miocardio.
  • Aneurisma aórtico: dilatación anormal en la arteria aorta y posible rotura si no se inicia tratamiento , lo que conlleva  una hemorragia interna con riesgo de muerte inminente.
  • Ictus o infarto cerebral.
  • Claudicación intermitente: síntoma característico de una arterioesclerosis periférica, generalmente de los miembros inferiores. Se acompaña de dolor en los grupos musculares vecinos a la arteria dañada cuando se activan y desaparece en reposo o al detener la marcha.
 - Enfermedades respiratorias:
  • Epoc
  • Asma
  • Apneas obstructivas durante el sueño
 - Cáncer
  • Pulmón
  • Boca
  • Laringe
  • Esófago
  • Páncreas
  • Vejiga
  • Estómago
  • Hígado
  • Colon
  • Útero


             



 - Otras alteraciones y enfermedades:
  • Sinusitis
  • Úlcera péptica y gastritis
  • Alteraciones fetales y reproductivas : embarazo extrauterino, bajo peso del recién nacido, prematuridad y abortos.
  • Degeneración macular
  • Daños en las células del sistema inmune( macrófagos, neutrófilos, linfocitos T), que predisponen a sufrir infecciones a los fumadores y a empeorar su curso en caso de sufrirlas.
  • Enfermedad periodontal.
   
 


                                       EL CASO DE LOS FUMADORES PASIVOS

  Lejos de ser una molestia subjetiva por el mal olor o el ambiente cargado que genera el humo de cigarrillo, éste es considerado una auténtica amenaza para la salud. Conviene señalar que el humo ambiental es inhalado por el fumador pasivo resulta más cancerígeno que el exhalado  por el fumador . Sus efectos nocivos podrían resumirse en mutagénicos, tóxicos para las células y propensos a la inflamación.



   La población infantil es un colectivo especialmente vulnerable debido a la inmadurez de los distintos aparatos y a una menor capacidad de respuesta inmunológica frente a agentes tóxicos. Según datos de la OMS, cerca de un 40% están regularmente expuestos al humo de cigarrillos en su entorno, siendo el 31% de las muertes atribuibles al tabaquismo pasivo a niños. Pueden sufrir asma, alergias tos crónica, bronquitis, ruidos respiratorios anormales, otitis media y en lactantes se incrementa el riesgo de muerte súbita.

   Las mujeres embarazadas al ser fumadoras pasivas, pueden dañar el feto cuando las sustancias tóxicas ambientales entran en la sangre y atraviesan la placenta. Las principales anomalías son menor peso del fetal en el momento del parto, incremento de riesgo de abortos espontáneos, mayor probabilidad de partos prematuros así como un aumento de enfermedades y muerte durante los primeros meses tras el parto.

   En la población adulta, existe una mayor predisposición a padecer cáncer de pulmón, en personas expuestas al humo del tabaco frente a las no expuestas. También se han registrado mayores tasas de cardiopatía isquémica.

                                                         TRATAMIENTO


  Una vez buscados los motivos para dejar de fumar, es necesario acudir a un especialista para conseguir este propósito con garantías de éxito. Su ayuda nos proporciona un tratamiento que ha demostrado su efectividad en muchas personas y un seguimiento en el proceso que nos ayudará a evitar recaídas.

  Todo fumador que quiera dejar de serlo, debe pasar por una serie de fases:

  1. Fase de precontemplación

   En esta fase, el individuo no se plantea dejar de fumar en los próximos 6 meses. Disfruta con este hábito y no padece ninguna enfermedad anteriormente citada. Resulta primordial para el terapeuta mostrar al fumador motivaciones para abandonar el hábito. Cada persona tendrá una o varias , dependiendo de sus circunstancias personales. A continuación, se exponen algunas :

  1. Ahorro de dinero.
  2. Eliminar el mal aliento, los dientes amarillos y el aumento de las arrugas .
  3. Dejar de sentir la falta de autocontrol, sentirse mejor.
  4. En padres, mostrar un rol positivo a sus hijos.
  5. En fumadores recientes, mayor facilidad para abandonar el hábito.
  6. Mejora en el rendimiento deportivo y menor cansancio al realizar cualquier actividad.
  7. Desaparición de la tos.
  8. Eliminar el doble riesgo de enfermedad coronaria.
  9. Evitar seis veces mayor riesgo de enfisema.
  10. Evitar diez veces más riesgo de cáncer de pulmón.
  11. No sufrir osteoporosis, infecciones respiratorias, dolor de garganta, afonía, riesgo de úlcera péptica. claudicación intermitente, riesgo de sufrir asma y otitis, accidentes cerebrovasculares, entre otros.
  12. Mejorar la salud de los que me rodean, al dejar de ser fumadores pasivos.
  13. Aumentar la fertilidad y reducir la disfunción eréctil.
  14. Volver a recuperar el sabor de las comidas.
  15. Eliminar los ronquidos.

2. Fase de contemplación o planteamiento

   Alrededor del 30% pertenecen a esta fase, en la que los fumadores han intentado varias veces, sin éxito, dejar de fumar. Si se les plantea abandonar en los próximos 6 meses, lo ven factible. Se debe aumentar en esta fase su autoestima y buscar aquellos fallos que se pudieron cometer durante los intentos previos.

3. Fase de preparación

     Aquellos que están dispuestos a dejar de fumar en el próximo mes. En esta fase se elige el día exacto o día " D" para dejar de fumar. También resulta  importante prevenir las posibles recaídas.

4.Fase de acción

     Pertenecen a ella ex fumadores con menos de 6 meses desde que decidieron dejar de fumar. Requieren seguimiento continúo para evitar recaías.

5. Fase de consolidación

    Todos aquellos que lleven más de 6 meses de abstinencia estarán en esta fase; sin embargo, hasta que no hayan pasado 12 meses no serán considerados ex fumadores y no por ello están completamente a salvo de volver a fumar un cigarrillo.

6.Fase de recaída

    No todos los fumadores entran en esta fase. Las recaídas dependen de variables como el número de intentos de dejar de fumar, situaciones estresantes, intensas vivencias emocionales puntuales o un mal asesoramiento o seguimiento durante el proceso. Los principales motivos de las recaídas experimentados por el sujeto, al margen de los ya expresados, son:

  - Aumento de peso: debe ser combatido mediante la información de este hecho antes de dejar el tabaco y mediante una serie de pautas encaminadas tanto a la práctica de ejercicio regular como una dieta sana acorde con los gustos de la persona.

 - Ansiedad : puede ser atenuada o eliminada con ejercicio físico, técnicas de relajación y/o  fármacos.

 - Síndrome de abstinencia: puede controlarse mediante tratamiento farmacológico y terapia sustitutoria de nicotina.
    



TERAPIA SUSTITUTIVA CON NICOTINA


  Conocidas también por las siglas TSN, consiste en aplicar a toda aquella persona decidida a dejar de fumar, nicotina en distintas vías de administración en una cantidad que controle su síndrome de abstinencia y evite la dependencia.

Chicles de nicotina:

   Los hay de 2 ó 4 gr de nicotina. Resultan efectivos en personas con dependencia moderada-alta. La nicotina pasa al torrente sanguíneo en dos minutos. Entre los efectos secundarios destacan náuseas, úlceras en la boca y mucosa oral, dolor de garganta ,hipo, ardor estomacal, diarrea o estreñimiento.

 Parches de nicotina:

   Se coloca por la mañana al levantarse sobre una zona de la piel limpia seca y sin vello. En  caso de que su duración sea de 24h, se retirará a la mañana siguiente. Si su duración es de 16h, se retirará ese día a la hora de acostarse. Está recomendado para fumadores con dependencia baja o moderada. En cuanto a la duración del tratamiento, oscila entre las 8 y las 12 semanas con el objetivo de ir reduciendo progresivamente la dosis a partir de la cuarta semana. Los parches tampoco están exentos de efectos secundarios: enrojecimiento cutáneo, picor en la zona del parche, cefaleas, migrañas, dolor abdominal, dolor muscular dispepsia y  mareos. No deben usarse en enfermedades cutáneas generalizadas.

Spray nasal de nicotina:


 
 

   Se administra vía nasal mediante una instilación de 0,5 mg de nicotina en una solución acuosa isotónica en cada fosa nasal. Se puede repetir la instilación sin sobrepasar los 5 mg a la hora y los 40 mg al día. Está indicado para fumadores con gran dependencia física. El tratamiento dura entre 3 y 6 meses, para ir reduciendo su dosis diaria a partir del tercer mes. Entre sus efectos secundarios, destacan los estornudos, picor y obstrucción nasal, irritación mucosa nasal, rinitis y conjuntivitis. Para las personas que sufren enfermedades graves de las fosas nasales o rinitis de tipo perennes, su uso está contraindicado.

FÁRMACOS

Bupropión:

  Actúa en el sistema nervioso central inhibiendo la recaptación de una serie de neurotransmisores, como noradrenalina, dopamina y serotonina, por  lo que incrementa estos neurotransmisores en las sinapsis neuronales , lo que se traduce en un descenso del síndrome de abstinencia, la ansiedad y el deseo por fumar. El tratamiento dura unas 8 semanas, con un inicio de la actividad terapéutica hasta la segunda semana, por lo que se puede fumar hasta esa fecha. Con este fármaco se han obtenidos mejores  resultados que con los parches de nicotina, pero no está exento de efectos secundarios: insomnio, sequedad bucal, irritabilidad, cefalea, hipertensión arterial, dolor abdominal, pérdida de apetito, micción frecuente, sudoración profusa, temblores etc.

Vareniclina:

  Actúa frente al síndrome de abstinencia a la vez que reduce tanto la ansiedad como  los efectos físicos en el cerebro producidos por  la nicotina. No debe combinarse con TSN. Sus efectos secundarios son bastantes y algunos deben ser indicados al especialista ante las primeras manifestaciones. Entre ellos destacan: cefaleas, insomnio, náuseas, vómitos, estreñimiento, flatulencias, alteraciones en el sentido del gusto, alteraciones de la coordinación corporal, trastornos mentales ( alucinaciones, paranoia, depresión, ideas suicidas).


OTRAS TERAPIAS

   A continuación, se nombran algunas terapias que  pueden ayudar o complementar a las anteriormente citadas  para las que ,igualmente, se necesita la intervención de especialistas cualificados en la materia.

- HIPNOSIS

- ACUPUNTURA

- TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

- TERAPIA GRUPAL




       Recomendaciones durante la duración del tratamiento de la deshabituación tabáquica
  1. Es recomendable escribir una lista con las razones para dejar de fumar. Revíselas con frecuencia
  2. Aprender a detectar las situaciones o sentimientos que le llevan a fumar, sabiendo anticiparse para prevenirlas.
  3. Eliminar todos los objetos relacionados con el tabaco ( encendedores, ceniceros, cajetillas, pipas, etc).
  4. No es recomendable entrar el lugares donde vendan tabaco, como bares o estancos y no comprar tabaco, ni siquiera para otra persona.
  5. Explique a las personas de su entorno la decisión de dejar de fumar y que se abstengan de fumar delante suyo. Es recomendable no visitar frecuentemente a amistades que fumen, sobretodo en las primeras fases del tratamiento por el alto riesgo de recaída.
  6. Es importante saber identificar una serie de signos y síntomas de carácter leve y circunstancial: aumento del apetito, nerviosismo, estreñimiento, dificultad de concentración, cansancio, insomnio.
  7. Para aliviar la ansiedad, es conveniente practicar alguna actividad deportiva como caminar, uso de la bicicleta, tenis, bailar, nadar, senderismo, etc. También es útil tener la mente ocupada en la realización de tareas de ocio creativas como la pintura, tocar un instrumento musical, escritura, lectura, carpintería ligera.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario